El sonido es
tan fuerte en las horas de la madrugada,
no hay
frazada que pueda quitarme el frío.
es tan
grande este desierto, que mis gritos se
pierden; es como si
hubieran nacido perdidos desde siempre.
Hace rato
que ha empezado la tormenta,
esta
tormenta nocturna que me visita tan fielmente.
Qué difícil es fingir que duermo y escribir esta paz
artificial,
permanecer pretendiendo
con tanta civilidad
y seguir contemplando tantas máscaras,
solo espero que pase la tormenta;
mientras tanto, seguiré sonriendo.
HF
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